lunes, 11 de marzo de 2019

Día 30: "Un puto yogurt."

Y pensar que ese día por la mañana había planificado una jornada deportiva, llena de salud y vida. Porque eso es lo que le daba ir a jugar al básquet con sus amigos, como tantas tardes anteriormente. Y pensar que luego hubo cambio de planes, dejando de lado el partidito por un plan mejor: llevar a ver una obra de teatro a su sobrino, y comer churros en el camino. Menos sana, pero mucho mas enriquecedora y desbordante de vida.

Y pensar que fue un día genial...

¿Quién se hubiera imaginado como iba a terminar?


Él estaba sentado, tieso. El frío helado aun le recorría por la espalda dura, dejando sin reacción todo su cuerpo. Solo atinó a desviar la mirada desde la doctora hacia su novia, quien se hallaba acurrucada en el suelo, llorando desconsolada.

Los muebles del consultorio desaparecieron. Su mente estaba haciendo un esfuerzo enorme por procesar las palabras de la doctora.

-"Te tengo malas noticias... tenés leucemia."

Claro que sabía lo que era la leucemia. Solo que le parecía imposible que él la tenga. Se negaba rotundamente a aceptarlo. Por lo menos, iba a pelearla... ella no puede tener razón. ¿O si?

Unas fracciones de segundo después, una eternidad después, tragó saliva y frunció el ceño.

-"Pero la leucemia es un tipo de cáncer... y el cáncer te hace morir. ¿Me voy a morir?"

Solo verla a su novia mirándolo con los ojos llorozos desde el piso le indicó que podía ser...


El tiempo continuó, hubo un intercambio de palabras comunes, quizás sin sentido, ¿que importaban? Eran solo trámites. Porque al orto día, en el cumple del abuelo, tocó contar la mala noticia. Y porque al día siguiente, tocó una punción. Y al otro día tocó quimio. Y algunas semanas después tocó saber que no iba a poder tener hijos. Y un rato después, que la esperanza de vida era de 8 años.

Si, su vida tenía fecha de vencimiento. Como un yogurt. Como un puto yogurt,



Y hoy se cumplen 8 años y medio...