viernes, 10 de marzo de 2023

Ley de atracción

Mi pobre electrón,

en tu danza perpetua y solitaria,

Deseas con fervor el amor del protón,

que te esquiva, te evade, te esfuma en la nada.


Tu corazón de partícula elemental,

late con intensidad por su compañía,

pero el protón, indiferente y esencial,

no corresponde a tu pasión y armonía.


En tu celoso afán por su cercanía,

sientes envidia del neutrón que lo abraza,

y esa amarga emoción se vuelve en agonía,

al ver que en su abrazo, el protón se equilibra.


Así, sigues tu camino en soledad,

anudando en tus giros la ilusión perdida,

hasta que en un acto desesperado,

te lanzas al núcleo y provocas la sacudida.


Tu amor desesperado, a falta de sentimiento,

provoca la fisión, la destrucción sin tregua,

y aunque tu corazón queda en sufrimiento,

al final el protón se aleja, en una partida ciega.


El amor a veces duele, como una rosa,

que se clava sutil en el alma herida,

y cuando no logra unirse a su prosa,

provoca la fisión y su cadena destructiva.


Así es el amor, mi pobre electrón,

que en su lucha por la unión, puede causar la ruina,

pero siempre vuelves, con su llama encendida,

buscando en la oscuridad, su luz divina.

 

martes, 7 de marzo de 2023

Ninja



La noche está estrellada. Estoy en lo alto de una colina, mirando el cielo oscuro salpicado de luces centelleantes. Estoy perdido en mis pensamientos, reflexionando sobre mi viaje por las diferentes aldeas del mundo. He visto tanto, he aprendido tanto, y sin embargo sigo sintiendo que me falta algo.

A medida que observo las estrellas, me doy cuenta de lo efímera que es la vida. Estas luces que brillan en el cielo han estado allí durante millones de años, y sin embargo, mi propia existencia parece tan fugaz y temporal en comparación. Pero también me doy cuenta de lo importante que somos. Cada uno de nosotros tiene un propósito, una razón para estar aquí, y nuestras acciones pueden tener un impacto significativo en el mundo que nos rodea.

El viento suave agita las hojas de los arbustos cercanos, y siento el roce fresco en mi piel. Me siento pequeño e insignificante, pero al mismo tiempo siento que tengo un papel importante que jugar en este mundo.

Mientras me sumerjo más profundamente en mis pensamientos, mi mente comienza a divagar por los recuerdos de mi viaje. Recuerdo las diferentes aldeas que visité, cada una con sus propias tradiciones y costumbres. Vi la belleza en las diferencias, pero también la tristeza en la división y el conflicto que a veces surge.

Pero también recuerdo los momentos de paz y amor, la generosidad y el espíritu de sacrificio que vi en las personas que conocí. Me di cuenta de que, aunque nuestras diferencias pudieran dividirnos, éramos más fuertes cuando nos uníamos en torno a un objetivo común.

Me levanto lentamente, sintiendo la hierba húmeda bajo mis pies, y miro hacia la distancia, hacia el horizonte. Allí, en el borde del mundo que puedo ver, se encuentra la aldea donde nací y crecí. Konoha, mi hogar.

Pero a medida que contemplo mi aldea, siento un llamado a unirme a la guerra. He oído rumores de la cuarta guerra ninja, y aunque al principio dudé de si debería participar, ahora siento que tengo una responsabilidad como ninja de Konoha.

Me pregunto si mi vida tendrá algún impacto en esta guerra, si seré capaz de proteger a mi aldea y a las personas que amo. Pero también sé que aunque la vida sea efímera, cada uno de nosotros tiene un propósito, una razón para estar aquí. Tal vez mi propósito sea proteger a aquellos que no pueden protegerse a sí mismos, o tal vez sea simplemente dejar mi huella en el mundo.

Me despido de la colina, de la noche estrellada y de los árboles que la rodean. Me despido de mis pensamientos y reflexiones. Ahora es tiempo de actuar, de ponerme en marcha y unirme a la batalla.

El viento suave continúa soplando, y siento su fuerza en mi espalda mientras me dirijo hacia mi aldea. Mientras camino, me siento más fuerte, más determinado. No sé lo que me depara el futuro, pero sé que estoy en el camino correcto...