domingo, 27 de febrero de 2011

Desafío


Con mi mano derecha me desparramé la gota de sudor por la frente. El calor aumentaba a medida que pasaban los 10 minutos que dura la cocción en el horno.

-“Sabias que te amo?...”

-“Yo también te amo…”

Si el tiempo escribiera en las paredes nuestra historia, se leerían hectáreas de cositas dulces… Y cualquiera que las leyera podría darse cuenta que esa respuesta no fue una acción por costumbre.

Mis dedos seguían tecleando este cuento… mientras una gota rebelde cayó sobre mi bermuda.

-“… pero me encanta que me lo repitas.”

Ahora… es nuestro secreto que una sonrisa se dibujó en mi boca. Y también es nuestro secreto que la gota de la bermuda provenía de la esquinita izquierda de mi ojo derecho.

Lo que nadie sabe es si el sentimiento que la acompañó fue alegría o tristeza.

Sea lo que sea, necesito un abrazo suyo.

Y ahí lo voy a buscar…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas veces un gesto hace mucho mas que millones de palabras...

Los abrazos fuertes y sinceros...no tienen precio.

Besitos de caramelo