jueves, 11 de octubre de 2012

Cap 1: El descubrimiento

A mi sobrino le prometí que le iba a contar la historia de un chico que pasó cosas muy singulares, que le marcaron la vida. Voy a ir por capítulos. Algún día estoy seguro que los va a leer.

Capítulo 1: El descubrimiento.

Luis era un chico como todos. Simple. Y especial a la vez. Como todos.

Su tez era castaña, su pelo negro, su sonrisa grande y sus ojos grises y pequeños. Era alto para los chicos de su edad, y bastante flaco. Siempre vestía sus jeans azules y camisas holgadas, una moda bastante extraña en esa época. Pero no podía hacer otra cosa, ya que todo lo heredaba de su familia mas grande.

Luis vivía con los padres y con sus dos hermanos mas grandes.Y además, con su hamster: Luna. Sus hermanos estaban cursando Ingeniería y les iba muy bien. Y sus padres trabajaban todo el día. Nunca les faltó dinero. ni salud, ni amor.

Fué a una escuela pública, a la que había ido casi toda su familia. Con lo cual, los profes lo conocían y lo trataban con cariño y respeto. Los compañeros fueron casi los mismos durante toda la primaria, con lo cual, se hizo su grupito de amigos, de los cuales él era el mas inteligente. O mejor dicho, él era el que mas facilidad tenía para aprender. Con lo cual, sus notas eran muy buenas, y terminó siendo el abanderado. Su timidez y su responsabilidad en la escuela eran los aspectos que mas resaltaban del resto.

Luego, la secundaria. Seguía siendo un muy buen alumno, pero ya no el mejor. Pero mejoró con respecto a su timidez, con lo cual pudo relacionarse con otros en mayor medida, y gracias a esto descubrió lo interesante y distinto que era cada persona. Lo maravillaba como uno podía responder tan rápido cosas fascinantes, o lo habilidoso que puede llegar a ser el otro en algún deporte, o lo fresca que puede llegar a ser la otra...


Todo iba bien. Hasta aquel Otoño en el cual estaba cursando el 5to año. Hasta aquel cumpleaños número 17. Ese día fue homenajeado en su casa con su familia, y con una torta inmensa. La mama le prendió las velitas, cantaron el feliz cumple, y entre medio de flashes y aplausos, una voz perdida le dijo que pidiera un deseo. Cerró los ojos y el mundo se detuvo, como cada vez que analizaba una situación. De repente se sintió acongojado... no encontraba nada que pedir! Tenía todo. Y no deseaba nada mas. Sonrió ya que se escuchaba a los dos tíos diciéndole "Y?". Y encontró en el fondo de su corazón su mayor deseo.
Y sopló con todas sus fuerzas...

Dos semanas pasaron. Él caminaba con sus 17 encima una tarde, hacia su casa, luego de un largo día de colegio. Le gustaba caminar por calles vacías, ya que podía cantar alguna canción sin sentir pudor. Miraba hacia arriba y contemplaba los edificios. Extraña costumbre para un chico de hoy en día. En su mano llevaba una brújula, regalo de su abuela, que más que nada, tenía valor afectivo. Jugueteaba con ella entre sus dedos. Y de repente, tropezó. Su brújula salió rodando hacia el medio de la calle. Y Luis observó con desesperación, y desde el piso como un auto se acercaba a velocidad hacia su tan querido objeto. Estiró la mano haciendo un esfuerzo sin sentido, ya que la distancia era mucha. Su corazón latía fuerte, y una lágrima ya empezaba a asomar por su mejilla. Pero ya era tarde, el auto pasó ante su vista a toda velocidad. Cerró los ojos, pues no quería ver su brújula despedazada.. y sin embargo, al abrirlos, la vió ahí, intacta, en su mano estirada. No escapaba de su asombro... sentía que era un milagro. Y de repente sintió como alguien le golpeaba el hombro. Se gira, sin salir del asombro, y se da cuenta que es una niña de no mas de 5 años, que aprieta una muñeca muy fuerte contra su pecho, y posee la misma cara de asombro que Luis. Y le pregunta en voz muy bajita:

"Como hiciste eso?"

No hay comentarios: