El caso más famoso fue el de Protos, el héroe de Papira, el de una sola oreja. Por envidia de los dioses, pues todas las ninfas se enamoraban de él, fue desafiado a matar al Leon de Nemea (antes de que lo agarre Heracles). Si no lo lograba matar, sufriría una tortura eterna.
Protos fue a ver al Oráculo de Flandris, ya que se sabía el mas perfecto, quien le dijo: "No lo podrás matar. Y tu castigo será que te picará sin cesar la oreja". Protos, salió apesadumbrado por el vaticinio, pero su instinto de héroe lo obligó a seguir.
Fue donde el León de Nemea, quién lo atacó rápidamente, pegándole un zarpazo justo en su única oreja. Lo que resultó un repentino y sorpresivo alivio para el héroe, ya que podía huir y recibir el castigo sin problemas, total, la oreja que le iba a picar estaba en el suelo. Y sin dudarlo, corrió.
Como podrán imaginar, el oráculo no quiso decir "oreja", sino "culo", por lo que toda su vida Protos estuvo con una picazón insufrible en el totó, castigado por la envidia de los dioses.
De ahí el famoso proverbio griego "Si te pica la oreja, debe ser envidia..."
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