Si, aquel de la frase "que fue primero, el huevo o la gallina", principio fundador de alguna que otra discusión filosófica. Si, aquel de los ricos y baratos Kinders. Si, aquel del apodo de Toresani.
Ya estáis viendo un destello de mi loa al huevo, utilizado como comodín para múltiples expresiones: sale muy caro; no me importa; andá...; sos un tontón; estoy haciendo nada; me agarré un testículo; hay que poner esfuerzo; y un largo etc.
Muy utilizado para insultar, e incluso muy utilizado para la confección de chistes. Usado para ligar, para pintar, para para rellenar, y otro largo etc.
Pero lo que más me impresiona, es que de algo tan frágil y pequeño surja un milagro tan pero tan hermoso y único (si, seguro ustedes comparten el mismo sentimiento que yo y están conmovidos hasta las lágrimas), como lo es el huevo frito.
Huevo frito te amo, ojala pudiera comerte mas seguido.
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