domingo, 31 de mayo de 2009

Sin título



Matias me regaló esta reflexión. Es muy buena... Es para leerla dos veces y sacar conclusiones. Habla sobre los miedos.

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Hay de los buenos y los malos. Algunos te ayudan a experimentar y creer que creciendo todo se puede y nada te va a parar. Pero si te detenes, ahí entra el otro a la cancha, vas a dudar como yo lo hice alguna vez. Ojo no creo que sea tan malo como muchos dicen, porque por más que sea amargo su sabor te va a ayudar en el futuro para que no lo olvides y vuelvas a tener que degustarlo.
Toda mi vida de estudiante se fue yendo junto con los ojos de aquellos profesores que al principio no quise y luego termine extrañando. Hoy estoy en esas calles donde todos van apurados a sus trabajos diarios, pero sigo tomando todo como un juego. Me paro a pensar muchas veces si lo que hago esta bien, solo Dios sabrá.
Pero desde hace un par de años me duele mucho ver la televisión con todas las protestas, marchas y gente que no tiene para comer. ¿Será que tengo miedo a que mañana yo pueda ser uno de ellos? No se si es eso, peleare día a día para que no suceda.
¿Porque la gente que tiene mucho no comparte con la gente que tiene poco? Mi miedo siempre estuvo acá conmigo. Miedo a querer ser como ellos, miedo a querer todo para mí (¿Por qué la televisión, revistas y el mismo gobierno nos educan así?).Suerte que mi vieja me enseño que el amor, todo lo que nos llena por dentro es lo primero, y lo demas no es nada.
No quiero andar corriendo por el centro bien trajeado, sin importarme la gente que no tiene que ponerse para tapar el frío.
Me choque de golpe con la realidad cuando salí de la escuela y vi lo que es trabajar para que algunos solo te paguen las sobras de sus ganancias.
Un profesor siempre me decía “meta la cuchara, la gente que no lee se queda chiquitita para siempre”. Pero hoy en día no se si metiendo el cucharón de sopa, comiéndome los libros y mi titulo bajo el brazo, lograre las metas que me propongo, aunque se que soy bastante tozudo y no bajaría lo brazos tan fácilmente. En esta tierra muchas veces elige el azar y no el saber que uno tiene. De ahí viene un poco mi miedo también. Hay tantas preguntas dentro mío que solo el tiempo las va a responder, solo cuando yo sea anciano y este en un cuarto solo con la mujer que decidió pasar la vida a mi lado, ahí mismo, esa mujer se va a llevar mi miedo consigo. Siempre imagino ese momento.
Tal vez solo sea un delirio mío y viva perseguido de que es difícil convivir aca con tantos picos, cornisas y encuestas que dibujan, por eso muchas veces las ignoro y solo decido pasarla bien con mis seres queridos.
¿Tendría este miedo si viviera en el norte? Violencia e injusticia hay en todos lados, ¿Existe la paz?
Cuando veo la sangre en las veredas, es cuando siento que me duele la risa, que siento dolor al cantar, eso ya es otro tema. Pero cantar es lo mas lindo y prefiero cantar alegremente.
Tengo miedo a formar parte de este mundo que creo solo quiere comerme y explotar mis sentidos al máximo. Tengo miedo a crecer, quiero creer todo puede cambiar, pero con este temor que llevo tan adentro mío todo es mas difícil, pero no imposible.
En esta selva con montañas de hormigón y hormigas de metal, a nadie le va a interesar mi fuego y con el voy a cruzar su mar que solo quiere hundirme.
“Lo que no mata, te hace mas fuerte” dice el dicho. Espero que este temor no me mate y deje que mi llama se expanda por toda la ciudad y logre que se mantenga siempre viva.
Pero no nos queda otra, que vivir con él, hacerme su amigo para que duela menos y alguna vez pueda adivinar sus intenciones antes de que me las enseñe.

“¿Ves?… La ironía de los dioses, fue darnos los ojos de Borges”

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