viernes, 11 de enero de 2013

Un paseo por mi cabeza.

Esa reposera estaba bastante buena. Tenía buena amortiguación, y te podías hamacar hacia adelante y hacia atrás. El ambiente no estaba tan bueno, era una habitación que incluso tenía una cama, nada de luz, y un cuadro que no decía nada.
Me hamaqué un poco, con las manos juntas... entrelazadas, descansando sobre mi panza. Repasé nuevamente en mi cabeza la pregunta que me hizo. Era mi primera vez en el psicólogo. Y después me enteré que también era la primera vez atendiéndome a mi, pués se lo pregunté. Igualmente lo sospeché, sino lo recordaría.

¿Que significa para mi poder con todo?

Generalmente pienso las cosas antes de decirlas, pero ese tipo de cosas era tan básico y me parecía tan obvio, que nunca me lo puse a analizar. Y ahí estaba yo, analizando esa pregunta que también me tuve que hacer yo, para poder responderla con sinceridad.

No pude más que balbucear un -No molestar a nadie con algunos problemas que sé que puedo manejar...-
Evidentemente la respuesta no le convenció, porque se quedó mirándome... esperando algo más. Bajé la mirada buscando una explicación a su reacción en la camisa del Licenciado. Curioso... usa una marca bastante berreta. Seguí analizando pero en vos alta. Quizás lo convenza más.
-... aunque por algo estoy acá... me di cuenta que no puedo manejar todo.-

-Dame un ejemplo- me tiró. Me volví a hamacar, tratando de remover un poco mi mente y mis recuerdos, ya que usualmente no los chequeo, tratando de evitar el sufrimiento.

-Por ej, no decirle mis preocupaciones y mis miedos sobre mi enfermedad a la gente que aprecio.- Eso era muy verdad, aunque estaba super seguro de que ese tipo de cosas las podía manejar bien. Y como se quedó esperando más, le comenté esta seguridad.

-Lo que pasa- continué- es que no quiero preocupar a los demás. Prefiero siempre quedármelos guardados yo.

Y sonreí con esa sonrisa idiota que pongo cuando estoy diciendo algo que sé que es una boludez.

Me dijo entonces con voz un poco teatral, casi como en tono de burla (luego me di cuenta que es su tono normal): -Lo que pasa que es difícil hablar con las personas sobre algo que no les gusta hablar. La muerte.-su voz y mi voz interna lo dijeron al mismo tiempo, interesante...- A nadie le gusta hablar de la muerte.

Ese día, mas temprano, fué tortuoso para mi. Cada minuto que pasaba en el día, deseaba más que fueran las 20.30 hs. ¿Por qué? Porque tenía psicólogo. Y pensaba que me iba a salvar. Lo más curioso es que llegué tarde. Como si en realidad no quisiera ir. Saco mis propias conclusiones de esto. ¿Pero sirvió de algo?


Y... si estoy escribiendo esto, seguramente si.


Migue

1 comentario:

Blackbird dijo...

Cuando te vea, primero, te voy a pegar un sopapo y después te voy a abrazar y te voy a decir cuánto te quiero.